domingo, 16 de diciembre de 2012

1000 Días, parte tres, no estás solo



Maldita sea, estoy hecho polvo y  tengo una ceja rota, todo ha sucedido demasiado rápido….tengo que calmarme…..
Os cuento, llevaba más que un buen rato buscando el dichoso supermercado cuándo por fin lo encontré, y en mucho mejor estado del que me hubiera imaginado…, la estructura parecía estar en bastantes buenas condiciones a excepción de uno de los laterales, que se encontraba esparcido por la acera y parte de la calle, aprovechando la situación me decidí a entrar para llenar la despensa lo máximo posible ahora que tenía una buena oportunidad (quien sabe cuál sería la próxima). Tenía en mente una idea aproximada de lo que me quería llevar, básicamente sería una dieta basada en latas de conserva……y luego improvisaría sobre la marcha.
 Me encontraba en una gran superficie, eso era bueno, primeramente me llamó la atención una sección en la que asomaban tímidamente un par de mochilas, me acerqué hasta ellas y me agencié una de esas de montañismo con bastantes bolsillos y cinchas y me puse manos a la obra…unas latas de atún, sardinas, albóndigas, fabada, barritas energéticas en abundancia, hasta una lata de Cocacola como premio y un par de Red Bulls y algunas cosas más en los bolsillos, cubiertos y una preciosa navaja multiusos de Victoriox…..de todas formas tengo pensado volver a por más…..el caso es que cuando estaba a punto de marcharme escuché un ruido en una de las secciones, detrás de mí, creo que fue una bolsa de patatas cayendo al suelo…me di la vuelta y estaba allí, justo delante de mis narices, me quedé estupefacto, con la mochila en una mano y mi preciada katana en la otra, fui incapaz de articular palabra hasta que decidió hacerlo él, y cuando lo hizo fue para decir: “¡Dame todo lo que llevas!”……… No daba crédito, estábamos en el  puto LIDL y me estaba…..atracando??¿Qué quería este tipo?,¿mi dinero para ir de compras..? ¿mi ropa, mi katana o mi mochila? De cualquier forma, no estaba por la labor de ninguna de ellas, era lo único que tenía… mientras tanto él se iba acercando a la par que decía, “¿me has oído, gilipollas?” … por fin conseguí decir…qui….quien….eres……..para esas él ya estaba a menos de un metro de mí dando un ligero saltito y con el puño levantado por detrás de la cabeza…..
…yo en un alarde de agilidad y reflejos conseguí, en una décima de segundo, echar la cabeza hacía atrás, para recibir mejor el golpe…, abrir bien los ojos, aun atónito por lo sucedido y entreabrir un poco la boca…
Lo siguiente que ocurrió creo  que no se lo esperaba ninguno de los allí presentes…

2 comentarios:

  1. Jo!!! Haz pronto la cuarta entrega!!!
    Estoy impaciente por saber quién es él.

    ResponderEliminar
  2. Tu relato me transporta a un recuerdo de infancia (cuando estaba en la desparecida "EGB") Por aquel entonces cayó en mi mano un libro titulado "Mecanoscrito da segunda orixe" al que me recordó tu relato.

    ResponderEliminar