miércoles, 2 de enero de 2013

1000 Días parte cuatro, Alerta



Lo siguiente que ocurrió creo  que no se lo esperaba ninguno de los allí presentes…

...Yo el primero, porque pese al recibimiento “porta gayola” que le acababa de brindar, inexplicablemente erró el golpe, de manera que la inexorable energía cinética hizo el resto, abalanzándose sobre mí y haciéndome caer hacia atrás sobre un bote de Pringles de los pequeños, que paradójicamente me produjo un dolor inversamente proporcional a su tamaño…con una lágrima cayendo por mi mejilla me volví a centrar en la pelea, estaba tumbado con este tipo encima intentando no recibir ningún golpe, de hecho le tenía las muñecas agarradas con mis manos, así que nos vimos inmersos en un cúmulo de gruñidos e “intentos de”… pero nada más lejos de la realidad… por un instante me imaginé semejante escena vista por una tercera persona y, por supuesto, era patética, llevaríamos treinta segundos enzarzados (aunque a mí me parecieron tres vidas…) y ni un solo golpe…lamentable...aprovechando una pequeña bajada de guardia de mi oponente utilicé las pocas fuerzas que me quedaban para dar una patada en el suelo y cambiar las tornas poniéndome encima, esta vez yo fui más listo, aprovechando mi ventaja posicional y con el majestuoso poder de la gravedad unido a un espasmo al estilo “estornudo” le propiné un cabezazo con el último aliento que me quedaba, me dio tiempo incluso a bautizar el  golpe de camino, “El Enmudecedor” le llamé, y tanto, porque ya no se habló más, se hizo un silencio en aquel inmenso hangar mientras su cabeza caía hacia abajo, curiosamente y atendiendo a unas reglas físicas dignas de un universo paralelo y contrapuesto, sus dos dientes incisivos superiores, o comúnmente denominados “paletas” salieron proyectados de su boca adquiriendo una trayectoria inverosímil, aunque muy digna, ya está ¡¡ lo había convertido de un plumazo en la versión invertida del ratoncito Pérez, Magia ¡! … Ya volviendo a la realidad, me había soltado de él echándome hacia atrás con un gesto involuntario a causa del impacto, y mientras me echaba las manos a la cara por el dolor noté como ya comenzaba a emanar un chorro de sangre que corría por la cara, es curioso, por que en ese momento la noté fría, aunque  era de esperar, me estaba latiendo toda la cara a causa del golpe, dolía bastante y se me había nublado la vista, me volvió a centrar en la situación los ruidos que hizo mi contrincante, y en un esfuerzo por recuperar la visión nublada atisbé como se alejaba corriendo malamente y con las manos en la boca, se me pasó por alto recordarle que dejaba allí algo suyo… pero por fin suspiré alentado de que se hubiera marchado, mientras, me encontraba de rodillas en aquel pasillo, respirando y sangrando…
Me levanté como buenamente pude, cogí unas gasas, unos pañuelos y Betadine, fui a recoger mi katana mientras recordaba el valor de ese tipo cuando atacó a una persona que llevaba una espada…. estaba loco…..posiblemente sí que lo estuviera, si no no me lo explico.
Ahora ya sé que hay más gente por ahí y que no tienen por qué ser amigables,  debo de tener más cuidado de ahora en adelante….

2 comentarios:

  1. Buenísimo... lo que yo te digo.... madera de escritor.. y la foto que es a lo que vamos...¡Genial!.

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